Tokyo Nivel 0 (Retorno a Itaca)

Nomada por "herencia genetica", yo era un nativo de una "aldea" de 30.000 almas (Soria) buscando la salida de una megapolis de 30.000.000 (Tokyo) en donde mi Calypso me tuvo retenido durante mas de un lustro. Pero a diferencia del aqueo, cuando por fin zarpe de nuevo yo me lleve a la diosa conmigo. Buscando juntos el camino de Itaca hemos recalado en este puerto (Cambridge) que, la verdad sea dicha, no es mal sitio para fondear mientras se espera a que suba la marea.

lunes, 2 de octubre de 2006

Fauna en Tokyo

En comparacion con otros paises, Japon tiene una estructura social bastante homogenea. Los siglos de aislamiento se notan, y la emigracion aun no ha alcanzado proporciones como para afectar a la demografia del pais. Si a esto le anyadimos la importancia que se le da a la moda en este pais, pues se pueden hacer a la idea de que todo el mundo viste y parece practicamente igual. Sin embargo...
Sin embargo el objetivo vital de algunos individuos parecen ser el romper esta uniformidad. En otras palabras: dar el cante. Las diversas faunas tokyotas se las puede encontrar en casi todas las zonas de esparcimiento tales como bares, discotecas, tiendas de ropa, etc, pero donde llegan a su culmen absoluto es en las inmediaciones de Yoyogi. Aqui no solo tenemos ninyas que se disfrazan de munyecas decimononicas o de marcianos con las cosas mas inverosimiles, sino que ademas posan! Si si, posan. Y la gente que pasa les saca fotos. Se les puede ver en el puente que llega del Meiji jingu a la estacion de Harayuku. Un autentico circo. O un zoo, no se bien.

El ataque de los tombis

No, no es una errata. Son Tombis y no zombis. No tienen nada que ver con los muertos vivientes sino mas bien con los pajaros vivos.
Un Tombi es una especie de halcon pequenyo que vive (o vivia) en las montanyas de Japon cerca del mar y se alimentaba entre otras cosas de peces. Digo lo de vivia y se alimentaba porque de un tiempo a esta parte parece que han decidido mudarse a la costa, para vivir a costa de los banyistas y ahorrarse asi la trabajosa tarea de cazar conejos, palomas y animalillos semejantes.
El caso es que en muchas playas de Japon hay carteles avisando a los visitantes de su presencia, lo que tampoco es que sea muy necesario dado que estas rapaces acostrumbran a sobrevolar a escasos 10 metros del suelo y son lo bastante grandes como para hacer sombra.
Los tombis patruyan los cielos nipones, ojo avizor del banyista despistado al que se le ocurre sacar el almuerzo de la mochila. En cuanto ven que esto ocurre, la rapaz cae con un picado en barrena que dejaria atonito al mismisimo von Richtshofen, y de un golpe se apodera de lo que quiera que el incauto tuviera en la mano. Logicamente con el susto del raid aereo, el banyista suele mandar a tomar viento el resto de lo que en esos momentos se trajera en las manos. Y justo cuando pensaba que el peligro ya habia pasado se da pronto cuenta de que estaba equivocado. Con una sincronizacion perfecta digna de la Luftwaffe, tras el ataque del "jefe", un ejercito de cuervos y gaviotas se arroja sobre los restos que hayan podido caer sobre la arena hasta dejarla limpia en un decir "Jesus".

El proceso completo es un autentico espectaculo. Una muestra mas de la simbiosis entre naturaleza y estupidez humana.

Claro esta que tambien puede uno, y de la misma manera que algunos viejos les da miguitas de pan a las estupidas y asquerosas palomas, puede uno pasar la tarde lanzando trozos de carne al aire y viendo la agilidad con la que los tombis los cazan al vuelo. Sale un poco mas caro, pero es infinitamente mas divertido. Eso si, recomendable utilizar un guante de cuero, por si al pajaro se le va la garra.

Piscinas en Tokyo

Tal vez es que yo sea de Soria y por eso este muy mal acostumbrado. Alli teniamos una piscina, la del San Andres, al aire libre de 50 por 25 metros, que como cubria ya metro y medio en la parte menos profunda, nos repartiamos entre poco mas de 40-50 personas. Despues cuando estuve en Madrid, la pileta estaba normalmente algo mas poblada, pero nunca llegaba a los extremos que he visto aqui en Tokyo.

En Japon una piscina de verano es como una plaza peatonal, de esas en las que en verano se suelen poner terrazas y la gente toma sus canyitas o sus vinos, pero con el agua hasta la cintura. Intenten imaginar la plaza Herradores de Soria en uno de esos dias en los que el alcantarillado no da a vasto, y mas o menos os podeis hacer una idea de como es aquello. Los ninyos “corretean”, o habria que decir “nadean” por entre los mayores, (no quiero ni siquera pensar si al hacerlo van aumentando el caudal del estanque o no, aunque dada la cantidad de ojos que se tienen alrededor, me parece dificil). Los papas juegan con sus criaturas. Los que estan acalorados se remojan, y yo, que solo queria nadar un poco, pues me muero del asco. Eri, la mejor esposa del mundo, dice que ella prefiere esto a andar nadando, pero no se que decir. Lo cierto es que un charco en el que ni de rodillas te llega el agua al cuello... pues que quieren que les diga. Para eso mejor la ducha.

En cualquier caso, en honor a la verdad hay que decir que en el “recinto deportivo”, si se le puede llamar asi, habia otra piscina semicubierta en la cual si que se podia nadar. Habia dos calles para ello: una para ir, y otra para volver. Claro que llamarle nadar a lo que se hacia alli, es como llamarle conducir a salir de Soria el dia de la compra, o tomar la M-30 en Madrid un viernes de puente por la tarde. Mas que nadar, aquello era una especie de procesion en la que habia que intentar no tocarle los pies al de enfrente y a la vez evitar que el de atras haga lo mismo contigo. Un desastre.

Despues de abandonar por completo la idea de chapotear un poco a gusto, decidi que al menos podriamos tirarnos por los toboganes en plan Aquapark que habia. Primero, dejenme que les instruya sobre el modo de funcionamiento de esta atraccion, para que se puedan hacer una idea del grado de obsesion por la seguridad que tienen en el pais del sol naciente. Togobanes habia dos. Arriba del todo, un muchacho iba dejando salir a los banyistas de uno en uno. Hasta aqui todo normal. Algo mas extranyo era que abajo del todo, un segundo muchacho con dos bocinas de colores a modo de banderin, iba indicando al de arriba cuando se podia tirar el siguiente. No es que desde arriba no se viera, pero es que asi se garantizaba la seguridad del proceso. Eri y yo, una vez calmados nuestros temores y viendo la eficacia con la que el muchacho de abajo le comunicaba las condiciones de seguridad al de arriba con los susodichos cucuruchos, decidimos unirnos al grupo de crios de 8 a 14 anyos que ocupaban las escaleras. Quedaban ya solo 5 nyajos por delante nuestro, cuando de repente el vigilante de arriba nos dice que nos sentemos, que son los 15 minutos de pausa. Cuando le pregunto a Eri que que es eso, ella me explica, que cada hora se obliga a todo el mundo salir del agua y descansar, para asi evitar accidentes, infartos del miocardio y similares. Menos mal que tenia al lado a Eri para aclararme estas cosas, porque lo cierto es que estaba ya a punto de darle al vigilante un infarto del suocardio por hacernos esperar ahi para nada. En fin. Despues de media hora de estar en las escaleras, y aburridos ya, sin llegar a tirarnos por los ronyosos toboganes, nos bajamos y nos tumbamos a tomar un poco el sol sobre los baldosines (hierba no hay). Andaba yo fijandome en el poco vello que tiene la gente de estas latitudes, para las que yo debo ser poco menos que un “homo antecesor”, cuando veo que de repente todo el mundo vuelve a remojarse las pantorrillas (mas no porque al ombligo el agua llega escasa como he dicho). Se habian terminado los 15 minutos de descanso, y ale! Al agua todos. La operacion esta de todos dentro-todos fuera la volvimos a repetir un par de veces. No mas porque a las dos horas de entrar en la piscina hay cambio de turno y toda la gente que esta dentro tiene que salirse. El mismo sistema con el que ya me habia entrado un cabreo de espanto en la Galeria Borguesse de Roma pero con piscinas en vez de Berninis (y bastante menos caro, la verdad).

Asi que toque de sirena y todo el mundo a su casa. Lo que vino justo a continuacion es una escena que estoy seguro que me va a perseguir en mis pesadillas durante el resto de mi vida. Cientos de personas humanas (al menos las que vi). Ninyos, viejos, gordos, flacos. Todos saliendo al unisono en direccion a los vestidores. Taquillas individuales como se puedes suponer no habia para todos, asi que alli estabamosen el vestuario masculino no menos de 200 o 300 tios, todos en porretas o semi, entrechocando las carnes y semi-asfixiandonos unos con otros. En ese instante comprendi el autentico significado de la palabra masa. No la masa proletaria, no. La masa de carne.

Cuando por fin consegui vestirme y salir al recibidor, Eri ya me estaba esperando. Hay veces que me pregunto si es de verdad humana, porque no entiendo que siendo mujer pueda tardar poco en estos lances. Nos montamos en nuestras bicicletas y nos fuimos de alli, en busca de algun sitio en donde poder relajarnos de nuestras dos horas de relax en una piscina publica de verano en Tokyo.